Los oradores discutieron mucho sobre la contribución que el software libre puede traer a la educación. Según Felipe Santos, coordinador financiero de la ASL, la tecnología está extremadamente accesible, pues se torna cada vez más barata. El gobierno, ha invertido en equipamientos, pero no invirtió en la estructura de las escuelas para recibirlos. Las escuelas, muchas veces, no saben cómo utilizar los equipamientos que reciben, y lo peor: no reciben entrenamiento adecuado para eso. La tecnología está disponible, pero falta la capacitación de los alumnos y profesores para el uso adecuado.

Hubo varias interacciones con el público durante la conferencia, y en una de ellas un espectador uruguayo, llamado Ismael, decidió compartir la experiencia de su país: “En Uruguay, todos los niños de primer grado tienen laptop, pero no es suficiente. Tienen que aprender a usarla. Es el mismo problema que en Brasil: la falta de instrucción”, afirma.

El mediador de la conferencia y embajador de la ASL, Sady Jacques, comentó que el gobierno del Estado de Rio Grande do Sul está planeando agregar disciplinas de “Ciencia de la Computación”, con el fin de trabajar el raciocinio lógico de los alumnos y, simultáneamente, comenzar la inclusión digital.

Como cierre de la conferencia, Wilkens Lenon da Silva de Andrade destacó la importancia de la discusión sobre el software libre: “Discutir eso no es apenas debatir el cambio de Windows por Linux, es debatir el acceso ilimitado al conocimiento. Eso puede causar una gran transformación en la sociedad”. Toda tecnología posee intencionalidad e ideología, no es solamente una forma de placer, como muchos legos piensan. Además de eso, quien trabaja con educación tiene como premisa crear conocimiento libre. ¿Por qué no juntar las libertades e intentar atenuar la exclusión?