
En total, el GSoC, como es conocido, ya benefició a más de 2500 estudiantes, de 98 países. Sucede anualmente desde 2005 y funciona a través de una alianza entre Google, el estudiante, y una institución registrada. Básicamente, el alumno trabaja en un proyecto para una organización durante el verano. Entre los objetivos del programa está el desarrollar nuevos programas de código abierto, ayudar a desarrolladores a mejorar sus habilidades, integrar empresas y jóvenes talentos y dar una oportunidad a los alumnos de vivir una experiencia en el mundo real de la creación de software, además de contribuir con más programas de código abierto para la sociedad.
En un primer momento, al comienzo de cada año, las organizaciones que quieren participar del proyecto se inscriben, y pasan por una evaluación. Después, la lista con las aprobadas se difunde, y los estudiantes interesados discuten proyectos relativos a la computación con la institución que prefieran. Después, ellos también se inscriben en el sitio y pasan por una evaluación. En abril, los candidatos son contactados uno a uno con la institución que irá a orientarlos, y entonces, la lista con los aprobados es difundida. A partir de ese punto, los alunos ya comienzan a trabajar en sus proyectos, guiados por las instituciones. Evaluaciones constantes son enviadas a Google, así como el programa luego que está listo. Al final, los estudiantes reciben sus creaciones de vuelta. Todos los pasos son descritos aquí y en la sección FAQ del sitio.
Los estudiantes reclutados obtienen una remuneración de US$ 5 mil cada uno, y las organizaciones se quedan con US$ 500 cada una. El GSoC funciona enteramente online, y para candidatearse es necesario tener como mínimo 18 años y estar matriculado en alguna universidad, no importa el grado (licenciatura, maestría o doctorado), o el área de estudios. El período de inscripciones para la próxima edición debe abrir al final del primer trimestre del año que viene.
“La ventaja para los estudiantes es que cuando terminan pueden mostrar una parte de su trabajo como portafolio. Es algo que tienen pronto para mostrar”, afirma Carol. La gama de instituciones que participa es bien variada. Bancos de datos, sistemas operativos, lenguajes y otras varias áreas, todo está allá. Además de eso, los lenguajes de programación aceptados también son muchos.
Para 2011, fueron seleccionados 1.110 estudiantes de 68 países y 175 instituciones. Curiosa y felizmente, Brasil es el sexto país que más participantes envía: fueron 46 este año.
Carol afirma que el programa ha ayudado crecientemente a los alumnos porque las empresas los han orientado mejor: “ellas están entendiendo bien el programa y han entendido cada vez más lo que es orientar un estudiante”. Además de eso, la herramienta web de publicación del proyecto, conocida como Melange, fue totalmente remodelada, con su interfaz mejorada.
Por un lado, experiencia para quien está comenzando en el medio; por el otro, más contribuyentes y contribuciones para las organizaciones. Carol completa: “Algunas veces, quedar programando en casa, solo en su cuarto puede transformarlo en muy solitario. Es mucho mejor poder aprender a hacer eso con una empresa, siendo guiado". Y la sociedad gana con el acceso a más proyectos de código abierto.